Off Shore "seco"

Equinor… afuera

27 febrero, 2025

La noruega Equinor se apresta a desprenderse de su participación en las áreas Bandurria Sur (controla el 30%) y Bajo del Toro Este (posee el 50%) de Vaca Muerta como una muestra más de que pese al universo de facilidades que ofrece el RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones) el cepo cambiario se ha vuelto un fastidio indisoluble.

La principal razón sería la promesa incumplida del gobierno actual de levantar el cepo, lo que les generó una demora que se mide en miles de millones de dólares que la empresa no puede remitir a su casa matriz en Noruega, luego de casi 9 años de ingreso formal y 7 de actividad incesante en nuestro país.

Otro de los enviones que empujaron a los directivos de Equinor a tomar esta drástica determinación también pudo haber sido el decepcionante resultado que arrojara la exploración en el pozo Argerich el primero que se realiza en aguas ultra profundas en nuestro país.

El mismo se llevó adelante con una profundidad de agua de 1500 metros y la perforación en el subsuelo marino llegó casi a los 4000 metros. Sin dudas toda una proeza que encararon tanto Equinor (con gran especialidad en estas lides) junto a YPF y Shell.

Vale refrescar el amargo comunicado que la empresa emitió en julio del año pasado: “Si bien se ha podido confirmar el modelo geológico, no se han encontrado indicios claros de hidrocarburos, por lo cual el pozo ha sido clasificado como seco“.

Se estima que el costo de un pozo como el Argerich ronda los 100 Millones de dólares y la chance de obtener de allí petróleo oscilaba entre el 10 y el 20 % lo que en este caso determinó la resignación para los Noruegos, habituados al prueba y error en el Mar del Norte donde Equinor tiene su principal centro de operaciones, e incluso se cuenta que ha debido dar con más de 30 “pozos secos” antes de encontrarse con el viscoso y apreciado fluído negro.

Esta decisión parece haber tomado por sorpresa al gobierno nacional y se suma en el desencuentro con la también sorpresiva venta en año pasado de la petrolera estadounidense Exxon Mobil que liquidó todas sus posiciones en Vaca Muerta. Éstas fueron absorbidas rápidamente por Pluspetrol en una suma cercana a los 1.700 millones de George Washington. Algunos proponían leer este movimiento como una cierta falta de confianza en que Argentina pudiera librarse del entramado del cepo ni en el corto ni en el mediano plazo y que deja las sonrisas de los inversores, por ahora, a media mueca.

La compra incluyó participaciones mayoritarias en los bloques Bajo del Choique-La Invernada, Los Toldos I Sur, Los Toldos II Oeste y Pampa de las Yeguas; además del 21,3 % de las acciones en el oleoducto Oldelval, el principal sistema de evacuación del petróleo de la Cuenca Neuquina.

Y el último bloque que le quedaba a la empresa norteamericana quedó en manos de YPF, que adquirió en diciembre pasado la participación de ExxonMobil en Sierra Chata, una de las áreas con más potencial en shale gas.

Además, se suma el caso de la francesa Total Energies que está en un proceso de sondeo a inversores para vender sus activos de la cuenca neuquina que son los yacimientos de Aguada Pichana Este, San Roque, Pampa de Las Yeguas, Rincón la Ceniza y La Escalonada. 

Es una especie de Plan Andes pero con empresas extranjeras que, en este caso, venden sus activos de shale en el país y ahí aparecen muchas compañías locales que muestran interés en sumar participación en Vaca Muerta.

En medio de un auge con las promesas de dinero que se canalizarán a través del Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), las empresas extranjeras le dejan su lugar a las nacionales que pasan a ser las mayoritarias, por escándalo, en la cuenca neuquina.

Muchos hablan de la falta de certidumbre en las reglas que pone el país o en el cepo cambiario como alguna de las dificultades que encuentran las multinacionales; pero se suma otro aditamento que es propio de la gestión actual que es el dólar barato para la compra, pero caro para los costos. Por ejemplo el área de producción se han vuelto inesperadamente más costosos, tal así el caso de ExxonMobil que luego de afinar el lápiz con las cuentas decidió trasladar su operatividad hacia los yacimientos en Guyana.

Desde la recuperación de YPF en 2012 se venía trabajando, a veces con más pausa que prisa, para ver los frutos de esa cuenca neuquina, rebozante de fuentes de energía no convencional, que prometía cambiar la realidad de todos los argentinos.

El superávit comercial energético de 678 millones de dólares (vaya número, ja) que difundió el Gobierno de Javier Milei; muestra a las claras que es un sector que está en plena expansión. Mientras, las demás industrias sufren el embate de las políticas de esta propia gestión y no están al resguardo de inversiones extranjeras sino de empresas nacionales. Pero las energéticas aprovechan todo el potencial que tiene Vaca Muerta.

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