¿Negoción o Negociado?

Saluden a IMPSA

14 febrero, 2025

El Gobierno anunció con bombos y platillos la primera privatización de la era Milei con la venta de la empresa IMPSA al consorcio IAF (Industrial Acquisitions Fund LL), cuyo socio principal es la empresa estadounidense Arc Energy, tras un período donde el Estado Nacional y el Gobierno de Mendoza se hicieron cargo de la empresa en 2021 para realizar un salvataje que ahora podría leerse como “transitorio“.

Ahora el debate que se instaló es si esta privatización fue casi un regalo que le dieron a una empresa de Estados Unidos cercana a Donald Trump; o si teniendo en cuenta las deudas que tenía la empresa y el gasto que debía realizar el Estado nacional y provincial, terminaría siendo un movimiento para “salir del paso”.

Es prioritario contemplar que se trata de una compañía con presencia en 40 países en distintas partes del mundo y que ha llevado a buen puerto unos 180 proyectos. Con esto, lleva instalados más de 50.000 MW de potencia en todo el planeta, a través de la energía hidroeléctrica; solar, eólica y nuclear. Además, es la única de Latinoamérica con tecnología propia para equipos de generación hidráulica y con certificación ASME III para el diseño y fabricación de componentes nucleares.

Consultado por denergia el Presidente del Centro de Estudios de la Energía (CEDEN), Gerardo Ferreyra, opinó que “la empresa (IMPSA) se vació de contenido” por la falta de iniciativa del gobierno de Alberto Fernández (el rey del “vamos viendo”). Se dice que al ahora denunciado por violencia de género, ex Presidente, se le arrimaron en su momento una serie de proyectos estratégicos para avanzar con la infraestructura hidroeléctrica que El Sistema Argentino de Interconexión (SADI) necesitaba para acompañar una mayor demanda de los sectores productivos, pero éste dilataba o dormía las propuestas con un “me gusta está bueno, vamos viendo”.

Aún así el 3 de junio de 2021, el Ejecutivo Nacional (A. Fernández) y el provincial de Mendoza (R. Suárez) aportaron el equivalente en pesos a U$S 20 millones de dólares para sostener IMPSA, lo que pudo revertir una compleja situación, corroborando la importancia de contar con una empresa de bandera donde convergen tantos factores sensibles para el desarrollo. La investigación, el diseño y la construcción de partes mecánicas para instrumentos de altísima complejidad como, por ejemplo; turbinas para represas, aspas para aerogeneradores o directamente reactores nucleares. Del dibujo a la puesta en marcha haciendo pie en todos los estadíos previos.

Gerardo Ferreyra quien fuera perseguido y hasta encarcelado durante el gobierno de Macri, cuando dirigía Electroingeniería, llevaba adelante la construcción de algunas represas con capitales (e incluso turbinas) de China recordó que le presentó un plan en 2020 al Ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, para hacer de IMPSAuna empresa mixta” porque según su visión, “un privado solo no puede gestionar la empresa si no está conjuntamente la voluntad del Estado para realizar esas obras estratégicas”. Lamenta Ferreyra además que, a pesar de las promesas sobre el bidet que el encantador de reposeras le propinara a Xi Jinping entre chiste y chiste de fútbol, muchas valiosas obras quedaron pendientes a pesar de habérseles aprobado la financiación, tales son los casos de la Represa de Chihuido: de la construcción de Atucha III y la prolongación de vida para Atucha I, en el triste podio de otras tantas

Además recuerda el también ex dueño de Radio del Plata, Gerardo Ferreyra que el gobierno del hedonista Alberto Fernandez “frenó las represas patagónicas por orden de Estados Unidos a través de la intromisión de Gustavo Béliz (habitual emisario a dos bandas) por lo que IMPSA desaceleró su dinámica y entró en la crisis que ahora la puso en la góndola de “oportunidades“.

Por otro lado, la ex Secretaria de Energía de la Nación durante la gestión Massa, Flavia Royon; calificó de “positiva” la privatización de la empresa y añadió que “este socio americano puede aportar y agregar valor y acercar buenos contratos para IMPSA”.

Royon quien además pudo “transicionar” como Secretaria de Minería de un gobierno a otro, aterrizando en el de Milei, coordina una “mesa del litio” en su Salta “La Linda” y además reunió todos sus contactos adquiridos durante ambas gestión para montar una consultora que asesora empresas mineras. Ya fuera de su rol de funcionaria opina que “la empresa está en una situación muy compleja” y admite con asombrosa resignación que “El Estado claramente no la podía sostener” (por IMPSA). En su nuevo rol desde el sector privado encuentra el vaso lleno en esta pérdida de una empresa estratégica con un “es bueno que se pueda exportar talento argentino”.

Ávidos de encontrar testimonios más alentadores denergia consultó con el director del Observatorio de Energía, Ciencia y Tecnología (OECyT), Nicolás Malinovsky quien aseguró que “la privatización significa la extranjerización de un sector estratégico para el desarrollo de la industria nacional” y que esto “se da en un contexto de disputa global por los recursos y tecnologías energéticas”.

“La venta de IMPSA marca el inicio de una nueva etapa de saqueo y remate de nuestro país” denunció el especialista. Al mismo tiempo no hay que dejar de saber que “Arc Energy la empresa compradora es presidida por Jason Arceneaux, un empresario venezolano vinculado a Donald Trump, el mandatario que despierta una reverencia y pleitesía escalofriante por parte de nuestro presidente Javier Milei”.

Los estadounidenses prometieron un exiguo desembolso de 27 millones de dólares como inversión durante el primer año y había solicitado “pedal” hasta el 10 de este mes (sigue pendiente) para refinanciar la deuda de la compañía de 576 millones de dólares que mantiene con acreedores como Banco de la Provincia de Buenos Aires; Banco Hipotecario; Banco BICE; Export Development Canadá; Corporación Andina de Fomento, el banco brasileño Bradesco, más los tenedores de Obligaciones Negociables.

La venta del 63,7% de las acciones que tenía en su poder el Estado a través del Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (FONDEP), controlado por el Ministerio de Economía de la Nación; y del 21,2%, pertenecientes a la Provincia de Mendoza pareciera estar consistiendo para Milei, en una especie de centro al área que le hubiera brindado como una suerte de gift (gesto o presente) para Donald Trump en su carrera frenética por agradar y mostrar subordinación. Como gesto de cabotaje podría leerse que la vice de Cornejo, Hebe Casado anunció su enrolamiento en las filas de La Libertad Avanza, pequeños destellos de la consonancia entre mandatarios que parecen haber reflotado aquello de “achicar al Estado es agrandar La Nación”. Aquel engañoso juego de palabras exudado por Álvaro Alsogaray en los años 50 y que fuera reversionada durante la dictadura cívico-militar-eclesiástica por Martinez de Hoz.

Finalmente la deuda que mantiene IMPSA y la falta de obras por parte del Estado terminan siendo la justificación perfecta para quitar del patrimonio argentino a una empresa que tiene capacidades únicas para generar el crecimiento y desarrollo que nuestra nación sueña. Hoy una parte de nuestro futuro parece haber caído en manos ajenas. Saluden a IMPSA (que se nos va)…

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