Milei, Colonialismo de Alto Voltaje
21 septiembre, 2025
por Luciana Glezer
La Secretaría de Energía del Partido Justicialista salió a marcar la cancha con un comunicado que no ahorra adjetivos. “El programa energético del gobierno de Javier Milei, dice, no es modernización ni reforma sino ajuste, incertidumbre y freno al crecimiento. Un salto al vacío, con el manual del Fondo Monetario en la mano”.
El texto denuncia que la Casa Rosada decidió bajarse del rol histórico del Estado en la planificación y el financiamiento de obras estratégicas. Lo que antes era política pública ahora queda librado a la voluntad del “inversor privado”. Resultado: si no hay rentabilidad inmediata, no hay obra. Y si no hay exportación asegurada, tampoco.
El comunicado no se queda en generalidades y recuerda que quedaron en “la banquina” proyectos gigantescos ya financiados. El transporte eléctrico AMBA I con crédito chino de 1.100 Millones de dólares; el Plan Federal de Transporte Eléctrico III con respaldo del BID y el Banco Europeo por otros 1.000 millones, y más de 3.300 megavatios térmicos con capital privado. Todo tirado a la basura en nombre de la “desregulación”.
La motosierra descontrolada también llegó al gas. El plan TRANSPORT.AR; que incluía el segundo tramo del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, fue directamente cancelado. En su lugar, el gobierno aprobó un esquema privatizado (Decreto 1060/2023) que, según el PJ, equivale a entregar los excedentes de gas a los privados.
El comunicado advierte que “la desregulación del Mercado Eléctrico Mayorista NO traerá competencia ni eficiencia, sino tarifas más altas y un nuevo frente de incertidumbre para toda la economía”. Los que conocen la historia leen esto como déjà vu: cuando se deja a las empresas escribir las reglas, los costos se disparan y la industria nacional cae de rodillas a merced del apetito del mercado.
Y por si algo faltaba, el texto recuerda que “el plan de privatizaciones incluye activos estratégicos como la centrales hidroeléctricas del Comahue; las de San Martín y Belgrano, Transener —columna vertebral del transporte en alta tensión— y hasta Nucleoeléctrica Argentina, que administra (nada más ni nada menos que…) Las Centrales NUCLEARES con un riesgo y una responsabilidad mayúscula. En palabras del PJ: “No es reestructuración: es un enorme negociado disfrazado de reforma”.
La conclusión es demoledora: “sin resultados concretos y con desequilibrios macroeconómicos cada vez más graves, el esquema oficial es inviable”. Para el PJ, “se impone un cambio de rumbo urgente, con planificación estatal coherente, acceso asequible y seguridad energética para toda la población”.
El mensaje final es claro: “la energía no puede ser un casino de corto plazo. O se gobierna pensando en el desarrollo nacional, o se condena al país a pagar tarifas imposibles y a hipotecar su futuro”.
Tic Tac…