Noviembre volvió a bajar la palanca: menos combustible, menos economía real

30 diciembre, 2025

Hay indicadores que no mienten. No necesitan voceros ni conferencias. El surtidor es uno de ellos. Y en noviembre volvió a marcar retroceso. Según el Informe de Venta al Público de Combustibles de Surtidores.com.ar, el consumo total cayó 6,51% interanual, con 1.376.311 m³ vendidos frente a los 1.472.085 m³ del mismo mes de 2024. No es un tropezón aislado: es una secuencia que se repite y empieza a tener lógica política.

Si se mira el mes contra mes, la aguja tampoco acompaña. Frente a octubre, la baja fue del 1,67%, aun descontando que noviembre tuvo un día menos. Dicho sin eufemismos: no se vendió menos por calendario, se vendió menos porque la actividad sigue siendo una variable de ajuste.

Dos combustibles, dos países

El corte por producto dibuja una postal cada vez más nítida. Los combustibles Premium resisten. Los del trabajo, se desploman.
La nafta Premium creció 1,08% interanual y el gasoil Grado 3 avanzó 0,5%. En paralelo, la nafta súper cayó 3,42% y el gasoil Grado 2 se hundió 18,63%.

No es un fenómeno técnico ni casual. El Grado 2 es el combustible del transporte, del agro, de la industria. Cuando ese segmento se derrumba, lo que se enfría no es el consumo: es la producción nacional.

El mapa federal también acusa recibo

El ajuste no discrimina geografía. De las 24 provincias, solo Formosa mostró una suba interanual (+1,1%). El resto retrocedió.
Las caídas más profundas se registraron en Córdoba (-13,72%), Santa Cruz (-12,22%) y Jujuy (-11,31%). Incluso Buenos Aires, que concentra casi un tercio del volumen nacional, vendió 2,71% menos que un año atrás. CABA, siempre sensible al ciclo económico, cayó 9,62%.

No es una cuestión de hábitos ni de eficiencia: es un país que se mueve menos porque produce menos.

Las petroleras ajustan, el mercado no responde

Por empresa, el cuadro es homogéneo. YPF lidera el ranking, pero con una baja del 2,13%. Shell sufrió un recorte fuerte (-17,71%), Axion cayó 2,54% y Puma 10,13%.
La única excepción fue Gulf, con un crecimiento del 14,61%, aunque desde una base marginal. El resto acompaña una demanda que no aparece.

El gasoil como síntoma político

El informe no editorializa, pero los números dialogan con el contexto. La caída del consumo de combustibles —y en especial del gasoil productivo— encaja con el plan de desarticulación de la producción nacional que empuja el triángulo de poder económico del Gobierno: Javier Milei, Luis Caputo y Federico Sturzenegger.

Apertura importadora, retracción del crédito, licuación del mercado interno y un Estado corrido de cualquier política activa. En ese combo, el consumo productivo no cae por error: cae por diseño.

Noviembre dejó una señal clara. El premium aguanta. El gasoil del trabajo se apaga. Y cuando eso pasa, el surtidor deja de ser un dato económico para convertirse en un parte político.

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