
Cuando Atucha estornuda, el BCRA se resfría
27 junio, 2025
Justo cuando el termómetro marca bajo cero y el país se convierte en un freezer sin puerta, Atucha II —la joyita de Nucleoeléctrica Argentina— decide tomarse una semanita de descanso. Una especie de retiro “espiritonuclear”. A tontas y locas. A las apuradas y sin haber podido elegir un peor momento: Un invierno eternaútico con demanda eléctrica en alza y reservas del BCRA respirando de prestado. El timing de un asado a punto nieve en la cima de una montaña de preguntas sin respuestas.
Pero vayamos a los hechos. El problema técnico en Atucha II no es menor. Una tapa que no sella bien y un motor que vibra como celular de adolescente. Cabos sueltos de un riesgo inescrutable que obligan a parar la máquina por, al menos, ocho míseros días. Y aunque desde CAMMESA aseguren que “hay margen”, el mismo habrá de ser pagado en flamantes dólares de los termosellados que llegaron para evaporarse en la timba financiera.
Saquen una hoja: La central nuclear aporta 745 MW al sistema interconectado nacional. Pero ahora CAMMESA (la empresa que centraliza y malabarea con la corriente y los tendidos eléctricos) deberá salir a comprarle energía a quien quiera y o pueda vendérsela. Y como no hay muchos Dynamos y esto no es Kiev, la oferta abunda en su escasez. Será que habrá que compensar con mayor potencia de las centrales térmicas que, se alimentan de combustibles líquidos caros?
¿Y que provoca a su vez esto? Correcto. Sube el costo de la energía. Porque lo que deja de generar el uranio barato lo termina cubriendo el gasoil? El sistema no se descompensa… pero la billetera sí. Si comparamos una barra de Uranio puede abastecer de luz al Gran Rosario por un día y medio por tan sólo 15 mil dólares. Mientras que con fuel oil, la misma cobertura trepa hasta una cifra lindera a los 300 mil de la misma denominación. Y quien pela o apela a su billetera? Correcto” (cómo estudiaron hoy eh!) El Banco Central, al que se le rien las letras y los plazos fijos con la turbina devoradora del carry trade. Y ahora de yapa tiene que bancar más importaciones de gas y gasoil, justo cuando el país parece un simulacro de Siberia.
Mientras tanto, Atucha I está de licencia hasta 2027. Embalse trabaja a destajo y la energía nuclear —ese aliado callado, eficiente y barato— se ve reducido a un susurro que pasa por debajo del radar informativo como si no impactara en el plan de caputo de salir a liquidar activos y propiedades del Estado, quye atentos con los compradores y sus precios de ganga. esa se las dejo picando para otra.
Lo loco es que hace apenas unos meses se celebraba la parada programada de Atucha II como una especie de Pit Stop o parada en boxes estilo Fórmula 1. Sólo que esta vez, la “detención” no estaba en los papeles ni en los presupuestos de nadie. Fuiste al dentista por una muela y te pasaron a quirófano por una peritonitis.
Moraleja: cuando una central nuclear tose, el sistema energético argentino levanta fiebre. El Banco Central suspende sus vacaciones a toda tarjeta y se encuentra poniendo la gansa a puro contado rabioso. Porque el uranio es ese aliado silencioso que ninguno gobierno quiere perder. Porque sabe que darle asueto a la fisión, aunque sea por solo ocho días, al Estado le puede volver arena los bolsiilos.
Y colorín colorado.. este cuentito recién ha comenzado.
por Luciana Glezer