Gerardo Ferreyra: “La concesión de las represas es una decisión colonizante que entrega recursos estratégicos”
23 diciembre, 2025
La política energética argentina es ese teatro donde la escenografía siempre parece nueva, pero el libreto lo escribió alguien hace treinta años. Ayer, en Cipolletti, se bajó el martillo para las joyas de la abuela del Comahue. Pero mientras los gobernadores Rolando Figueroa y Alberto Weretilneck se probaban el traje de “dueños del recurso”, Gerardo Ferreyra —un hombre que sabe de contratos y de tribunales— salió a aguar la fiesta con una dosis de realismo geopolítico.
El fantasma de Preska en el Limay
Para el presidente del CEDEN, lo que el Gobierno de Milei firmó no es un contrato de inversión, sino un boleto de entrega. Ferreyra no anduvo con chicanas baratas: fue directo al hueso de la justicia delegada.
“Se trata de una cuestión muy delicada. ¡Es una decisión colonizante!”, disparó el ex titular de Electroingeniería. Según su visión, entregar recursos estratégicos con cláusulas de tribunales extranjeros (vía CIADI) es ponerle una alfombra roja a los fallos tipo Griesa o Preska. “Cualquier diferencia contractual y EE.UU. puede hacer como en Venezuela o con YPF: se quedan con la empresa a través de un fallo de una jueza”, advirtió.
Para Ferreyra, la soberanía jurídica es ese paraguas que el oficialismo decidió cerrar justo cuando empieza a llover.
Tres niveles de una negociación patagónica
Siguiendo el manual de denergia, desarmamos el conflicto en sus capas reales:
- Nivel Político (Las decisiones): Figueroa y Weretilneck jugaron la carta del “federalismo fiscal”. Lograron que Nación deje de pagarles las regalías con billetes del Estanciero y empiece a reconocer el valor real de la generación al 100%.
- Nivel Técnico (La infraestructura): El agua del Comahue ya tiene precio de mercado. Se creó un canon por el uso del recurso y un fondo de seguridad para que los pueblos aguas abajo no terminen siendo una “Atlántida rionegrina” ante una eventual crecida.
- Nivel Geopolítico (El mercado): Entraron jugadores pesados como la italiana Edison y Central Puerto, sumando una torta de USD 680,6 millones. ¿Es inversión genuina o es simple transferencia de renta? La duda de Ferreyra queda flotando en el aire como el humo de un asado que no se sabe quién va a pagar.
La billetera sobre la mesa: El mapa de las adjudicaciones
El resultado de la licitación fue un “éxito de competencia”, según la Secretaría de Energía. Aquí el portfolio completo de los nuevos dueños del agua:
- Piedra del Águila: Central Puerto puso USD 245 millones para quedarse con la central más potente del sistema.
- El Chocón: MSU Green Energy tomó el control del “Gigante” por USD 235,6 millones.
- Alicurá: La italiana Edison desembolsó USD 162 millones.
- Cerros Colorados: También para Edison, por un cierre de USD 38 millones.
Al final del día, las provincias se llevan el canon y el Gobierno Nacional se lleva el superávit. Pero si Ferreyra tiene razón y el CIADI es el destino final, el Comahue no será una fuente de energía, sino otra ventanilla de cobro en Manhattan.
Pero sucedió. Y ahora, como diría un optimista del oficialismo, la seguridad jurídica tiene precio. El problema es si ese precio incluye la entrega de la escritura.