Santa Cruz: ¿sin quimera y sin oro?
29 enero, 2025
El Ministro de Energía y Minería de Santa Cruz Jaime Álvarez se reunió en Buenos Aires con directivos de la minera estadounidense Newmont Cerro Negro para pedirles que continuaran adelante con su plan de inversiones. Sin embargo éstos le comunicaron su decisión de reducir sus actividades en la provincia luego de corroborar “una caída en su margen de rentabilidad” el cual atribuyen a las clausuras que se dispusieran en sus minas luego del fallecimiento de dos de sus operarios presuntamente ahogados por intoxicación.
Con cara de circunstancia y consciente de que el planteo de los norteamericanos parece contener un ingrediente extorsivo hacia las autoridades provinciales, Alvarez admitió haberles allanado el camino para que sostuvieran el nivel de inversiones programadas y mantuvieran los puestos de trabajo, algo que parece improbable por estas horas.
Podría inferirse que la aparición del RIGI en el escenario de la minería haya abierto una puerta a la renegociación con aquellas empresas que hubieran tejido sus acuerdos con antelación al formato que libera a los privados de tributar en 26 de los próximos 30 años.
La Provincia quiere auto percibirse socia de las empresas mineras, respetando normas de seguridad de los trabajadores, cuidado del medio ambiente y asegurando la contratación de empresas de bienes y servicios locales; pero la exploradora aurífera le ha cantado un envido a los funcionarios locales que todavía los tienen blandiendo el ángulo de sus barajas.
Para conocer el origen de esta fractura que se verifica entre el Estado Provincial de Santa Cruz y Newmont Cerro Negro, hay que remontarse al martes 9 de abril del 2024 cuando en un aún poco nítido suceso, Rosana Ledesma de 48 años y Daniel Ochoa de 26 perdieron su vida en el interior de la Mina de Oro Cerro Negro, la localidad de Perito Moreno. Asfixia por inhalación de gases tóxicos rezó la autopsia. Este hecho que mantuvo la mina cerrada por un mes y medio tensó la cuerda entre las partes.
Según Jaime Álvarez “estas tragedias por falta de inversión en seguridad, son la principal causa en la caída de rentabilidad buscada por la empresa Newmont, como así también, un mal gerenciamiento del proyecto”. A su vez destacó que “el pasado viernes 24 de enero, de manera conjunta entre las carteras de Energía y Minería; Trabajo; Empleo; Seguridad Social, como así también de Seguridad; se levantó de manera parcial el cese de tareas en el Complejo Marianas, que funciona dentro del yacimiento Cerro Negro”.
El complejo Marianas había sido también clausurado el pasado 6 de enero, tras una falla en el sistema de ventilación por el que siete colaboradores del yacimiento debieron recibir atención médica preventiva.
La empresa que en 2023 había anunciado que con una inversión de 540 millones de dólares su proyecto para extender la vida útil hasta 2034, ahora planchó su estimación de manera drástica sólo por lo que resta del 2025 señalando enfáticamente que el gran causal fueron las clausuras prolongadas por los decesos.
No pudo constatarse aún una relación directa con otra muerte, pero en el pasado mes de septiembre sumaron un operario de 28 años se desvaneció repentinamente y falleció cuando ya se encontraba fuera de la mina realizando actividad física en un gimnasio.
La muerte parece volar en círculos sobre lo que parecía ser la quimera del oro y la fiebre por el usufructo ventajoso que permite casi con desidia el Estado Nacional al respecto de una riqueza que ya transita por un pasadizo casi secreto al común de lxs argentinxs y que migra casi sin tributar más que ese mísero 3% que tanto denunciaran años atrás la querida y recordada Alcira Argumedo (de pie) y el inolvidable Fernando Ezequiel “Pino” Solanas.
La pelota ha quedado en el patio del Gobernador Claudio Vidal que por estas horas ha decidido embestir contra YPF en busca de un resarcimiento por supuestas acciones insuficientes en cuanto al desarrollo extractivo y productivo de su suelo, eclipsado hoy día por el boom de Vaca Muerta en la Provincia capicúa.
